COMO REZAR LA REGLA DE ORACIÓN A LA THEOTOKOS DE SAN SERAFÍN DE SAROV


Conjuntamente con la Oración de Jesús, hay otra variante del Rosario Ortodoxo, conocido como – la Regla de Oración a la Theotokos de San Serafín de Sarov, la cual, manteniendo su espíritu ortodoxo, tiene cierta similitud al rosario católico romano, esta regla se encuentra ampliamente difundida entre las tradiciones eslavas. Esta publicación tiene dos momentos. En primer lugar, se presenta una breve ilustración de cómo surge esta regla de oración y en un segundo momento se presenta el texto completo para poder rezar la regla de oración.

 El rosario bizantino o Regla mariana a la Theotokos (Madre de Dios), también conocido como Rosario ortodoxo o Rosario Bizantino, es una hermosa devoción a la Santísima Madre de Dios, bastante similar al rezo del Rosario Romano. Esta forma de oración gozó de una enorme popularidad en el mundo cristiano y según recomendaron muchos santos -como lo es el caso de San Serafín de Sarov-, es una oración necesaria para obtener la protección de nuestra Señora, más que cualquier otra devoción en su honor.

Cuenta San Serafín de Sarov, que la misma Madre de Dios la presentó a un monje en Tebaida-Egipto, a principios del siglo VIII (antes del gran cisma), en una fecha no precisada. No tardó mucho en difundirse la práctica de esta devoción. Incluso llego a considerársele una devoción universal. Lamentablemente con el pasar del tiempo, la regla cayó en el olvido siendo, rescatada por San Serafín de Sarov (1759-1833) quien la practicaba diariamente.

 La Regla Mariana de la Madre de Dios está compuesta básicamente por la repetición de 150 salutaciones angélicas (Avemarías en su forma antigua) divididas en 15 grupos o decenas y que se van recitando mientras se meditan los momentos más importantes de la vida de la Madre de Dios. Se acompaña esta oración con otras plegarias que conmemoran dichos momentos.

 San Serafín de Sarov fue un verdadero devoto de la Madre de Dios. Practicaba esta devoción completa (15 decenas) todos los días. Sabedor de que esto no era posible para todos los cristianos, recomendaba el rezo de por lo menos 5 decenas diarias, de acuerdo con las posibilidades de cada uno.

 

El santo conservaba en su celda un pequeño cuaderno en el que llevaba registro de todos los milagros obtenidos por medio de esta devoción mariana.

 

COMO REZAR LA REGLA DE  ORACION A LA THEOTOKOS

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

¡Gloria a Ti, Dios nuestro, ¡gloria a Ti! Rey celestial, Consolador,

Espíritu de verdad, que estas en todo lugar llenándolo todo,

tesoro de bienes y dador de vida:

 ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha y salva,

Tú que eres bueno, nuestras almas.

Santo Dios, Santo poderoso, Santo inmortal:

 ten piedad de nosotros (3 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

 ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

Santísima Trinidad ten piedad de nosotros.

Señor, purifícanos de nuestros pecados.

Maestro, perdona nuestras transgresiones.

Santo, visítanos y cura nuestras dolencias por Tu Nombre.

Señor ten piedad (3 veces).

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

PADRE NUESTRO

 

Padre nuestro, que estás en los cielos,

santificado sea tu Nombre,

venga a nosotros tu Reino,

hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo;

 danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras deudas

así como nosotros perdonamos a nuestros deudores;

no nos dejes caer en tentación,

más líbranos del Maligno. Amén

 

Venid adoremos y postrémonos ante Dios nuestro rey,

Venid adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro rey y nuestro Dios,

Venid adoremos y postrémonos ante el mismo Cristo, nuestro rey y nuestro Dios,

 

CREDO

Creo en un solo dios, Padre, Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles.

Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios,

 engendrado por el Padre antes de todos los siglos.

Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero, engendrado,

no creado, consubstancial al Padre, por Quien todo fue hecho.

Quien por nosotros los hombres y para nuestra salvación, bajó de los cielos

y se encarnó del Espíritu Santo y María la Virgen y se hizo hombre.

Y fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato y padeció y fue sepultado.

Y resucitó al tercer día, según las Escrituras.

Y subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre.

Y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos

y Su Reino no tendrá fin.

Y en el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida,

que procede del Padre, que con el +Padre y el Hijo

es juntamente adorado y glorificado, que habló por los Profetas.

Y en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.

Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados.

Espero la resurrección de los muertos,

Y la vida del siglo venidero. Amén.

 

Salmo 50

 

Apiádate de mí, oh, Dios, según tu gran misericordia;

según tu inmensa bondad, borra mi iniquidad.

Lávame más y más de mi maldad y purifícame de mis pecados.

Pues reconozco mis culpas y mi pecado está siempre ante mí.

Contra ti, sólo contra ti, he pecado y delante de ti he hecho el mal,

por lo tanto, eres reconocido justo en tu sentencia y soberano en tu juicio.

Considera que en maldad fui modelado y en pecado me concibió mi madre.

Porque, Tú que amas la verdad en lo interior

me descubres los misterios profundos de tu sabiduría.

Rocíame con hisopo y seré puro;

lávame y emblanqueceré más que la nieve.

Hazme escuchar la alegría y el júbilo,

y mis huesos abatidos se estremecerán de regocijo.

Aparta tu rostro de mis pecados y borra todas mis iniquidades.

 Crea en mí, oh, Dios, un corazón puro y renueva dentro de mí un espíritu recto.

No me alejes de tu presencia y no quites de mí tu Espíritu Santo.

Devuélveme el gozo de tu salvación y un espíritu libre me sustente.

Enseñaré a los impíos tus caminos y los pecadores volverán a Ti.

Líbrame de la sangre, oh, Dios, Dios de mi salvación

y aclamará mi lengua tu justicia.

Abre, Señor, mis labios y cantará mi boca tus alabanzas.

Pues no es sacrificio lo que te complace.

Si te ofreciera un holocausto no lo quieres.

El sacrificio para Dios es el espíritu arrepentido.

Al corazón contrito y humillado, Tú, oh, Dios, no lo desprecias.

 En tu bondad, Señor, trata benignamente a Sión y reconstruye las murallas de Jerusalén.

Entonces aceptarás el sacrificio de justicia, las ofrendas y[jR1]  los holocaustos.

Entonces se te ofrecerán víctimas en tu altar.

 

Por las oraciones de nuestros Santos Padres, oh, Señor Jesucristo,

Dios Nuestro, ten piedad de nosotros y sálvanos. Amén.

 

Tropario tono 6

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

 

PRIMERA DECENA

 Padre Nuestro

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDAMOS LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS.

 Tropario tono 4

 Tu Nacimiento, oh, Madre de Dios, anunció el júbilo al universo todo, porque de ti surgió resplandeciente el Sol de Justicia, Cristo nuestro Dios, quien, disolviendo la maldición, ha concedido la bendición, y aboliendo la muerte, nos ha otorgado la vida eterna.

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, salva y protege a tus siervos difuntos… (nombres) junto con los santos en tu eterna gloria.

 

SEGUNDA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDAMOS LA ENTRADA AL TEMPLO

DE LA SANTÍSIMA SEÑORA, NUESTRA MADRE DE DIOS.

 

Tropario tono 4

 Hoy es el preludio de la complacencia de Dios, el anuncio de la Salvación para los hombres: la Virgen se presenta en el Templo de Dios y preanuncia a Cristo a todos. Exclamémosle con gran voz diciendo: ¡Alégrate, oh cumplimiento del Plan salvífico del Creador!

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, nuestra Madre de Dios, salva, protege y une a tu Santa Iglesia a tus siervos descarriados y perdidos…(nombres)

 

TERCERA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 RECORDEMOS LA ANUNCIACIÓN DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS.

 

Hoy es el principio de nuestra Salvación, la revelación del Misterio sempiterno: el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen, y Gabriel anuncia la Gracia; por lo que nosotros también con él, clamemos a la Madre de Dios: ¡Alégrate, oh Llena de Gracia, el Señor está contigo!

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, alivia nuestras penas y consuélanos en las aflicciones y en las enfermedades de tus siervos…(nombres)

 

CUARTA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS EL ENCUENTRO DE LA

SANTÍSIMA MADRE DE DIOS CON SANTA ISABEL.

 

Es justo en verdad magnificarte oh Theotokos, siempre bienaventurada e inmaculada, Madre de Dios nuestro; más honorable que los Querubines, e

incomparablemente más gloriosa que los Serafines; tú que sin mancilla diste a luz al Verbo Dios, verdaderamente eres la Madre de Dios: te engrandecemos.

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, reúne a tus siervos (nombres) que están alejados.

 

QUINTA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS EL NACIMIENTO DE CRISTO.

Tropario tono 4

 

Tu nacimiento, oh, Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, pues los que adoraban a los astros, por la estrella aprendieron a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte, Oriente de lo alto: ¡Señor, gloria a Ti!

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Madre de Dios, otórgame a mí, que en Cristo he sido bautizado, el revestirme de Cristo.

SEXTA DECENA

 Padre Nuestro

 

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDAMOS LA PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO DE NUESTRO SEÑOR

Y EL ENCUENTRO CON EL JUSTO SIMEON

Tropario tono 1

 

Regocíjate, oh llena de Gracia, Virgen Madre de Dios; porque por ti resplandece el Sol de Justicia, Cristo nuestro dios, Quien ilumina a los que han estado en las tinieblas. Alégrate también tú, oh justo Anciano, que recibiste en tus brazos al Redentor de nuestras almas, Quien nos otorga la resurrección.

 

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, concédeme hasta el último respiro proclamar los Santos Misterios de Cristo, y con ellos que mi alma supere las terribles pruebas.

 

SÉPTIMA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDAMOS LA HUIDA A EGIPTO DE LA SAGRADA FAMILIA

 Kondakio tono 8

 A ti, María, te cantamos como victoriosa; tu pueblo ofrece alabanzas de agradecimiento, pues en los apuros Theotokos, nos has salvado. Tú que tienes invencible y excelsa fuerza, de los múltiples peligros libéranos, para que exclamemos a ti: ¡Alégrate oh Novia y Virgen!

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

¡Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, ¡sálvame de toda adversidad!

 

OCTAVA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS LA PÉRDIDA A LOS DOCE AÑOS DEL NIÑO JESÚS EN JERUSALÉN Y EL DOLOR DE LA SANTÍSIMA MADRE POR ESTE HECHO

 Tropario tono 7

 Con tu Espíritu ven, oh, Señor, porque eres misericordioso, y ten piedad de mi como del publicano, por la intercesión de tu Madre.

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

 Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, haz resucitar a mi alma y concédeme constante oración a Ti.

 

NOVENA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS EL MILAGRO DE CANÁ DE GALILEA CUANDO EL SEÑOR CAMBIÓ EL AGUA EN VINO POR LA PALABRA DE SU MADRE: “¡NO TIENEN VINO!”

 Tropario tono 3

 Refugio saludable eres Tú, oh, Madre de Dios, en el abismo de las pasiones cotidianas. Protégenos de toda desventura con tu bendición.

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

¡Oh, Santísima Madre de Dios, ¡socórrenos en todas nuestras obras y necesidades!

 

DÉCIMA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS LA PRESENCIA DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS A LOS PIES DE LA CRUZ, CUANDO EL DOLOR, COMO UNA ESPADA, TRASPASÓ SU CORAZÓN.

 Kondakio tono 6

 No te lamentes por mí, Madre mía, al contemplarme dormido en el sepulcro: soy tu hijo que concebiste la simiente en tu seno. Resucitaré y seré glorificado, y como Dios, ensalzaré en gloria a los que con fe y amor te engrandezcan

 Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, fortalece mis fuerzas espirituales y exalta la humildad.

 

UNDÉCIMA DECENA

 Padre Nuestro

 Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 RECORDEMOS LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

 Tropario tono 5

 Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte, y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.

 

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, haz resucitar mi alma y dame una perseverancia constante en el compromiso con Cristo.

 

DUODÉCIMA DECENA

 

Padre Nuestro

 

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Topario tono 4

 

Ascendiste con gloria, oh, Cristo Dios nuestro y alegraste a tus discípulos con la promesa del Espíritu Santo, confirmándoles con tu bendición que eres el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Madre de Dios, levántame de los afanes y de los pensamientos terrenos y dame el dese por la salvación de mi alma.

 

DECIMA TERCERA DECENA

 

Padre Nuestro

 

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS EL DESCENSO DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE EL MONTE SIÓN, SOBRE LA MADRE DE DIOS Y SOBRE LOS APÓSTOLES

Tropario tono 8

 

Bendito eres Tú, oh, Cristo Dios nuestro, que mostraste a los pescadores sapientísimos cuando enviaste sobre ellos el Espíritu Santo, y por ellos el universo pescaste: oh Amante de la humanidad, gloria a Ti!

 

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, refuerza la gracia del Espíritu Santo en mi corazón.

DÉCIMA CUARTA DECENA

 

Padre Nuestro

 

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS LA DORMICIÓN DE LA MADRE DE DIOS

Tropario tono 1

 

En el parto conservaste la virginidad y en tu Dormición no descuidaste al mundo, oh, Madre de Dios; porque te trasladaste de la Vida por ser la Madre de la Vida. ¡Por tus intercesiones, salva de la muerte nuestras almas!

 

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, dadme una muerte serena y sin trabajo.

 

DÉCIMA QUINTA DECENA

 

Padre Nuestro

 

Regocíjate oh Theotokos, Virgen María llena de gracia, el Señor es contigo,

Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas. (10 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

 

RECORDEMOS LA SANTA PROTECCION DE LA MADRE DE DIOS

SOBRE LOS CRISTIANOS

Tropario tono 4

 

Hoy nosotros, fieles, hacemos fiesta por tu venida, oh, Madre de Dios, con los ojos fijos en tu admirable icono, te suplicamos con ternura: cúbrenos con tu manto venerable, líbranos de todo mal y ruega a Cristo, tu Hijo, que salve nuestras almas.

 

Ábrenos las puertas de la compasión, oh, bendita Madre de Dios, pues poniendo nuestra confianza en ti no seremos defraudados, y por ti nos libraremos de las adversidades, porque tú eres la salvación de los cristianos.

 

Oh, Santísima Señora, Madre de Dios, protégeme de todo mal y cúbreme con tu puro omoforio. Amén.

 

Es justo en verdad magnificarte oh Theotokos, siempre bienaventurada e inmaculada, Madre de Dios nuestro; más honorable que los Querubines, e incomparablemente más gloriosa que los Serafines; tú que sin mancilla diste a luz al Verbo Dios, verdaderamente eres la Madre de Dios: te engrandecemos.

A ti, María, te cantamos como victoriosa; tu pueblo ofrece alabanzas de agradecimiento, pues en los apuros Theotokos, nos has salvado. Tú que tienes invencible y excelsa fuerza, de los múltiples peligros libéranos, para que exclamemos a ti: ¡Alégrate oh Novia y Virgen!

 

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que en nuestras necesidades te dirigimos, antes bien, líbranos de todo peligro oh, Virgen Gloriosa y Bendita.

 

Señor ten piedad (3 veces)

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Por las oraciones de nuestros Santos Padres,

oh, Señor Jesucristo, Dios Nuestro,

 ten piedad de nosotros y sálvanos. Amén.

 

 


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