Lecturas de la Liturgia del Domingo 17 de agosto de 2025
La primera lección
Jeremías 23:23-29 (RVR1960)
23 ¿Soy yo un Dios de cerca, declara el Señor , y no un Dios de lejos? 24 ¿Puede un hombre esconderse en lugares secretos para que yo no lo vea? declara el Señor . ¿No lleno yo el cielo y la tierra? declara el Señor . 25 He oído lo que dijeron los profetas que profetizan mentiras en mi nombre, diciendo: “¡He soñado, he soñado!”. 26 ¿Hasta cuándo habrá mentiras en el corazón de los profetas que profetizan mentiras, y que profetizan el engaño de su propio corazón, 27 que piensan hacer que mi pueblo olvide mi nombre con los sueños que se cuentan unos a otros, así como sus padres olvidaron mi nombre por Baal? 28 El profeta que tenga un sueño, que cuente el sueño, pero el que tenga mi palabra, que hable mi palabra fielmente. ¿Qué tiene en común la paja con el trigo? declara el Señor . 29 ¿No es mi palabra como fuego, declara el Señor , y como un martillo que rompe la roca en pedazos?
El Salmo
Salmos 82
1 Dios está en el consejo de los príncipes; *
Él es un Juez entre los dioses.
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, *
¿Y aceptar a los impíos?
3 Defiendan al pobre y al huérfano; *
procurar que quienes están en necesidad y en necesidad reciban lo que es justo.
4 Librad a los marginados y a los pobres; *
“líbralos de la mano de los impíos.”
5 No aprenderán ni entenderán, sino que andarán en tinieblas ;
Todos los cimientos de la tierra se tambalean.
6 Yo he dicho: “Vosotros sois dioses, *
y todos vosotros sois hijos del Altísimo;
7 Pero moriréis como mortales, *
y caer como uno de los príncipes.”
8 Levántate, oh Dios, y juzga la tierra, *porque tomarás por herencia todas las naciones.
La segunda lección
Hebreos 12:1-14 (RVR1960)
12 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
3 Consideren a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no se cansen ni desmayen. 4 En su lucha contra el pecado aún no han resistido hasta el punto de derramar su sangre. 5 ¿Y han olvidado la exhortación que se les dirige como a hijos?
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda. 6 Porque el Señor disciplina al que ama y castiga a todo el que recibe por hijo.
7 Es por la disciplina que tienen que soportar. Dios los trata como hijos. ¿Qué hijo hay a quien su padre no disciplina? 8 Si se les deja sin la disciplina, en la que todos han participado, entonces son hijos ilegítimos y no hijos. 9 Además, tuvimos padres terrenales que nos disciplinaron y los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mucha más razón al Padre de los espíritus y vivir? 10 Porque ellos nos disciplinaron por un corto tiempo como les pareció mejor, pero él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad. 11 Al momento, toda disciplina parece más dolorosa que placentera, pero después produce el fruto apacible de la justicia a quienes han sido entrenados por ella.
12 Por tanto, alzad las manos débiles, y fortaleced las rodillas paralizadas, 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se descoyunte, sino que sea sanado. 14 Procurad la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
El Evangelio
Lucas 12:49-56 (RVR1960)
49 Vine a traer fuego a la tierra, ¡y ojalá ya estuviera encendido! 50 Tengo que ser bautizado con un bautismo, ¡y qué gran angustia me atormenta hasta que se cumpla! 51 ¿Acaso creen que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división. 52 Porque de ahora en adelante en una misma casa habrá cinco divididos: tres contra dos y dos contra tres. 53 Estarán divididos: padre contra hijo, e hijo contra padre, madre contra hija, e hija contra madre, suegra contra nuera, y nuera contra suegra.
54 También les dijo a las multitudes: «Cuando ven una nube que se alza por el oeste, enseguida dicen: «Llueve». Y así sucede. 55 Y cuando ven soplar el viento del sur, dicen: «Va a haber un calor sofocante», y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Saben interpretar la apariencia de la tierra y del cielo, pero ¿por qué no saben interpretar el tiempo presente?
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