Liturgia Santa Comunión. Domingo 3 de Agosto de 2025
La Santa Comunión
Celebrante:
Bendito sea Dios:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Pueblo: Y
bendito sea su reino, ahora y por siempre. Amén.
Celebrante:
Dios omnipotente,
para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos conocidos y
ningún secreto encubierto: Purifica los pensamientos de nuestros corazones con
la inspiración de tu Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente
celebremos tu Santo Nombre; por Cristo nuestro Señor.
Amén.
RITO
DE PENITENCIAL: CONFESIÓN DE PECADO
Celebrante:
Confesemos
humildemente nuestros pecados contra Dios y contra nuestro prójimo.
Puede guardarse un
período de silencio.
Ministro y
Pueblo:
Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
por pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho
y lo que hemos dejado de hacer.
No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.
Sincera y humildemente nos
arrepentimos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestra alegría
y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén.
Ministro y
Pueblo:
Dios omnipotente,
nuestro Padre celestial, que por su gran misericordia ha prometido el perdón de
los pecados de todos los que con sincero arrepentimiento y verdadera fe se
convierten a él: Tenga misericordia de nosotros, nos perdone y nos libre de
todos nuestros pecados, nos confirme y fortalezca en toda virtud y nos conduzca
a la vida eterna; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén
Aquí se canta
o dice:
Señor, ten
misericordia de nosotros.
Cristo, ten
misericordia de nosotros
Señor, ten
misericordia de nosotros
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que
ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te
alabamos,
te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey
celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del
Padre;
Tú que quitas el pecado del
mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del
mundo,
atiende nuestra suplica;
tú que estás sentado a la derecha
del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque solo tú eres Santo, solo tú
Señor,
solo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre. Amén.
Oración Colecta
El Celebrante dice al pueblo: El Señor sea con
ustedes.
Pueblo: Y
con tu espíritu.
Oremos:
Dios todopoderoso y
eterno, que siempre estás más dispuesto a escuchar que nosotros a orar, y que
sueles darnos más de lo que deseamos o merecemos: Derrama sobre nosotros la
abundancia de tu misericordia, perdonándonos aquello que nuestra conciencia teme
y concediéndonos los bienes que no somos dignos de pedir, sino por los méritos
y la mediación de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor; que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ministerio de la
Palabra
Oíd la Palabra de
Dios todos los que verdaderamente se convierten a él. Venid a mí, todos los que
estáis trabajados y agobiados, que yo os haré descansar. Mateo 11:28
MINISTERIO
DE LA PALABRA
PRIMERA LECCIÓN
(LECTURA)
Lector:
Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23
¡Vanidad, pura vanidad!, dice
el sabio Cohélet. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!
Porque un hombre que ha trabajado con
sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo
ningún esfuerzo. También esto es vanidad y una grave desgracia.
¿Qué le reporta al hombre todo
su esfuerzo y todo lo que busca afanosamente bajo el sol? Porque todos sus
días son penosos, y su ocupación, un sufrimiento; ni siquiera de noche descansa
su corazón. También esto es vanidad.
Lector: Esta es la Palabra
del SEÑOR.
Congregación. Gracias a Dios.
LECCIÓN O CANTO DE
UN SALMO
SALMO RESPONSORIAL 89, 3-6. 12-14. 17
R/. ¡Tú
has sido nuestro refugio, Señor!
Tú haces que los hombres vuelvan al
polvo, con sólo decirles: “Vuelvan, seres humanos”. Porque mil años son ante
tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R/.
Tú los arrebatas, y son como un
sueño, como la hierba que brota de mañana: por la mañana brota y florece, y por
la tarde se seca y se marchita. R/.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta
cuándo...? Ten compasión de tus servidores. R/.
Sácianos enseguida con tu amor, y
cantaremos felices toda nuestra vida. Que descienda hasta nosotros la bondad
del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras
manos. R/
LECCIÓN DE LA EPÍSTOLA
Lector:
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de
Colosas 3, 1-5. 9-11
Hermanos: Ya que ustedes han
resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a
la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no
en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora
oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es la esperanza de
ustedes, entonces también aparecerán ustedes con Él, llenos de gloria.
Por lo tanto, hagan morir en sus
miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión
desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de
idolatría. Tampoco se engañen los unos a los otros.
Porque ustedes se despojaron del
hombre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo, aquél que avanza
hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de
su Creador. Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso,
bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y
está en todos.
Lector: Esta es la Palabra del Señor.
Congregación. Gracias
a Dios.
Aquí se cantará
un Himno.
LECCIÓN DEL
EVANGELIO
El Evangelio
El Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según San Lucas 12, 13-21
Uno de la multitud dijo al Señor: “Maestro,
dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”.
Jesús le respondió: “Amigo, ¿quién me
ha constituido juez o árbitro entre ustedes?” Después les dijo: “Cuídense de
toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está
asegurada por sus riquezas”.
Les dijo entonces una parábola:
“Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a
sí mismo: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”. Después pensó:
“Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y
amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes
bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida”.
Pero Dios le dijo: “Insensato, esta
misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”
Esto es lo que sucede al que acumula
riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios”.
Presbítero: El
Evangelio del Señor,
Congregación: Alabanza
a ti, oh Cristo
SERMÓN
CREDO
NICENO
Creo en un solo Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e
invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios; Engendrado
del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Verdadero Dios
de Verdadero Dios; Engendrado, no hecho; Consubstancial al Padre; Por quien
todas las cosas fueron hechas; Quien por los hombres y por nuestra salvación
descendió del cielo, y fue encarnado por el Espíritu Santo de la Virgen María,
y fue hecho hombre; Y también por nosotros fue crucificado bajo Poncio Pilato;
Padeció y fue sepultado, resucitó al tercer día, según las Escrituras: Ascendió
a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre: Y vendrá otra vez con
gloria, a juzgar a los vivos y a los muertos; Cuyo reino no tendrá fin. Y creo
en el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, Procedente del Padre y del Hijo;
Quien con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado; Quien habló
por los profetas; Y creo en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica: y
reconozco un Bautismo para remisión de pecados: Y espero la Resurrección de los
muertos: Y la Vida en los Siglos venideros. Amén.
EL CREDO DE LOS
APOSTOLES
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS
FIELES (Formula V)
Lector: Con
todo el corazón y con toda la mente, oremos al Señor, diciendo: Escucha Señor
nuestra oración.
1. Por tu bendición sobre todo trabajo humano y por el uso debido
de las riquezas de la creación, para que el mundo sea librado de la pobreza, el hambre y el desastre.
R/ Escucha Señor nuestra oración
2. Por los pobres, los perseguidos, los enfermos y todos cuantos
sufren; por los refugiados, los prisioneros y por todos los que están en
peligro, para que hallen alivio y protección.
R/ Escucha Señor nuestra oración
3. Por esta congregación [por los presentes y los ausentes], para
que nos libres de dureza de corazón y manifestemos tu gloria en todo lo que hagamos.
R/ Escucha Señor nuestra oración
4. Por nuestros enemigos y por cuantos nos desean el mal; y por aquéllos a quienes hemos agraviado u ofendido.
R/ Escucha Señor nuestra oración
5. Por nosotros, por el perdón de nuestros pecados y por la gracia del Espíritu Santo para enmendar nuestras
vidas.
R/ Escucha Señor nuestra oración
6. Por todos los que se han encomendado a nuestras oraciones; por nuestras familias, amigos y vecinos,
para que, libres de ansiedad, vivan en gozo, paz y salud.
R/ Escucha Señor nuestra oración
Colecta Final para la Oración de los
Fieles
Dios omnipotente, que conoces nuestras necesidades antes de que te imploremos: Ayúdanos a pedir
solamente lo que esté de acuerdo con tu voluntad; y concédenos aquellas cosas
buenas que no nos atrevemos a pedirte, o las que por nuestra ceguedad no
sabemos pedirte; por amor de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ACCIÓN DE GRACIAS
1. Acepta, oh Señor, nuestra gratitud
y alabanza por todo lo que has hecho por nosotros. Te
damos gracias por el esplendor de la creación entera, por la belleza de
este mundo, por el milagro de la vida y por el misterio del amor.
2. Te damos gracias por la bendición de familiares y amigos, y por el tierno cuidado que en todo momento
nos rodea.
3. Te damos gracias porque nos das tareas que requieren nuestros
mejores esfuerzos, y porque nos guías hacia logros
que nos satisfacen y deleitan.
4. Te damos gracias también por las
desilusiones y fracasos
que nos enseñan a reconocer que dependemos sólo de ti.
5. Sobre todo, te damos gracias por tu Hijo Jesucristo; por la verdad de su Palabra y el ejemplo de su vida;
por su fiel obediencia, con la cual venció a la tentación; por
su muerte, con la que venció a la muerte; y por su resurrección, en la que
somos resucitados a la vida de tu reino.
6. Danos el don de tu Espíritu, para que conozcamos a tu Cristo y le manifestemos; y que, por medio de él,
te demos gracias en todo tiempo, en todo lugar y en todas
las cosas. Amén.
SANTA COMUNIÓN
OFERTORIO
Presentación del Pan I
Celebrante: Bendito
seas, Señor, Dios nuestro, rey del universo, que sustentas al mundo entero con
tu bondad, tu gracia y tu misericordia. Te damos gracias por este Pan que se
convertirá en tu cuerpo para nuestra salvación.
Presentación del Vino I
Bendito seas tú Señor, que bendices nuestras vidas
y a nuestras familias. Te presentamos con alegría las ofrendas y oblaciones de
nuestra vida y de nuestro trabajo. Te damos gracias por este vino que se
convertirá en tu sangre, bebida de salvación.
Celebrante:
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos Señor estas ofrendas de pan y vino, Concede que, así
como diariamente buscamos el pan que sostiene nuestros cuerpos, podamos también
tener hambre por el alimento de vida y que los que compartimos este vino, que
alegra nuestro corazón, podamos siempre compartir la nueva vida de la Vid
verdadera, tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén
GRAN PLEGARIA
EUCARÍSTICA
Celebrante: El Señor sea con
vosotros.
Pueblo:
Y con tu espíritu.
Celebrante: Elevad
vuestros corazones.
Pueblo:
Los elevamos al Señor.
Celebrante: Demos
gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo:
Dárselas es digno y justo.
El
Celebrante continúa:
En verdad, oh Padre, es justo glorificarte y darte gracias; porque sólo tú eres Dios, vivo y verdadero, morando
en luz inaccesible desde siempre y para siempre.
Fuente de vida y toda bondad, hiciste
todas las cosas y las colmaste de tu bendición; tú las creaste para que se
regocijen en el esplendor de tu gloria.
EL DÍA DEL SEÑOR Por Jesucristo nuestro Señor, que el primer
día de la semana venció a la muerte y al sepulcro, y por su gloriosa
resurrección nos abrió el camino de la vida eterna.
EN CUALQUIER TIEMPO Por Jesucristo nuestro Señor; porque él es tu
Palabra viva desde antes del tiempo y para todos los tiempos; por él creaste
todas las cosas, y por él haces nuevas todas las cosas.
o bien, Porque tú eres la fuente de luz y vida; nos hiciste a tu imagen y nos
llamaste a una nueva vida en Jesucristo nuestro Señor.
Innumerables ángeles están delante de ti para servirte noche y día; y contemplando la gloria de tu
presencia, te ofrecen alabanza sin cesar. Y con ellos, también nosotros, y
por nuestra voz las demás criaturas bajo el cielo, te aclamamos y glorificamos
tu Nombre, cantando
Celebrante
y Pueblo:
Santo, santo, santo, Señor Dios de los Ejércitos:
Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Gloria a ti, oh Señor Altísimo.
El pueblo se
arrodilla o permanece de pie.
El Celebrante
continúa:
Padre Santo y bondadoso: En tu amor infinito nos hiciste para ti, y
cuando caímos en pecado y quedamos esclavos del mal y de la muerte, tú, en tu
misericordia, enviaste a Jesucristo, tu Hijo único y eterno, para compartir
nuestra naturaleza humana, para vivir y morir como uno de nosotros, y así
reconciliarnos contigo, el Dios y Padre de todos.
Extendió sus brazos sobre la cruz y se ofreció en obediencia a tu
voluntad, un sacrificio perfecto por todo el mundo.
En la noche en que fue entregado al sufrimiento y a la muerte, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y
dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: " Tomad
y comed, todos de él porque éste es mi Cuerpo que será entregado por todos
vosotros. Haced esto en conmemoración mía."
Después de la
cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de
él. Esta es mi Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como
memorial mío".."
Por tanto, oh
Padre, según su mandato:
Celebrante y
Pueblo:
Recordamos su muerte,
Proclamamos su resurrección,
Esperamos su venida en gloria;
El Celebrante
continúa:
Padre, en este
sacrificio de alabanza y acción de gracias,
celebramos el memorial de nuestra redención. Recordando su muerte,
resurrección y ascensión, te ofrecemos estos dones.
Te suplicamos, Dios bondadoso, que envíes tu
Espíritu Santo
sobre estos dones, para que sean
el Sacramento del Cuerpo de Cristo y su Sangre del nuevo Pacto.
Únenos a tu Hijo en su sacrificio, a fin de que, por medio de él, seamos
aceptables, siendo santificados por el Espíritu Santo.
En la plenitud de los tiempos, sujeta
todas las cosas a tu Cristo y llévanos a la patria celestial donde, con
[_______ y] todos tus santos, entremos en la herencia eterna de tus hijos; por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
El Celebrante continúa:
Recuerda, Señor,
a tu Iglesia, una, santa, católica y Apostólica,
redimida por la sangre de tu Cristo. Manifiesta su unidad, guarda su fe y
presérvala en paz.
[Recuerda
a (N.N. y)
todos los que ministran en tu Iglesia.] [Recuerda
a todo tu pueblo y a aquéllos que buscan tu Verdad.]
Cuando esta plegaria eucarística se utiliza en la misa de difuntos puede
decirse
[Recuerda a
______.]
[Recuerda a
todos los que han muerto en la paz de Cristo Y a aquéllos cuya fe sólo tú
conoces;
Llévalos al
lugar de eterno gozo y luz.]
Y concede que
alcancemos nuestra herencia con [la
Bendita Virgen
María, con los patriarcas, profetas, apóstoles y mártires, (con _______) y]
todos los santos que han encontrado favor contigo en tiempos pasados. Junto con
ellos te alabamos y te damos gloria,
Por tu Hijo
Jesucristo nuestro Señor.
Levantando el
pan y el vino dice:
Por él, y con él y en él,
en la unidad del Espíritu Santo,
tuyos son el honor y la gloria,
Padre omnipotente, ahora
y por siempre. Amen.
ORACIÓN DEL PADRE
NUESTRO
Celebrante: Y
ahora, conforme nuestro Salvador Cristo nos ha enseñado, nos atrevemos a
decir:
Pueblo y
Celebrante:
Padre nuestro que
estás en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, hágase tu
voluntad, así en la tierra como en los cielos. El pan nuestro de cada día,
dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación
más líbranos de mal. Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por
siempre jamás. Amén.
Abrazo de la paz
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy": No mires nuestros
pecados sino la fe de tu Iglesia; y concédenos la paz y la unidad de
esa Ciudad celestial; donde con el Padre y el Espíritu Santo tú vives
y reinas ahora y por siempre. Amén.
El Celebrante puede
decir al pueblo:
La paz del Señor
sea siempre con ustedes.
Pueblo:
Y con tu espíritu.
FRACCIÓN
DEL PAN El Celebrante parte el Pan consagrado. Se guarda un
período de silencio.
CORDERO DE
DIOS:
Oh Cordero de Dios, que quitas
los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. Oh Cordero de Dios, que
quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. Oh Cordero de Dios,
que quitas los pecados del mundo, danos tu paz.
ORACIÓN ANTES DE COMULGAR
¡Hazte presente!
Hazte presente, oh Jesús, nuestro gran Sumo Sacerdote, así como te hiciste
presente con tus discípulos, y muéstrate a nosotros en la fracción del Pan; tú
que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y por siempre. Amén
Puede decirse la
siguiente oración. El Pueblo puede unirse en la misma.
Nosotros no nos
atrevemos a venir a ésta tu Mesa, oh Señor misericordioso, confiados en nuestra
rectitud, sino en tus muchas y grandes misericordias. No somos dignos ni aun de
recoger las migajas debajo de tu Mesa. Más tú eres el mismo Señor, siempre
misericordioso por naturaleza. Concédenos, por tanto, Señor, por tu clemencia,
que de tal modo comamos la Carne de tu amado Hijo Jesucristo y bebamos su
Sangre, que siempre vivamos en él, y él en nosotros. Amén.
De cara al pueblo,
el Celebrante hace la siguiente Invitación:
Los Dones de
Dios para el Pueblo de Dios.
Y puede añadir:
Tomadlos en
memoria de que Cristo
murió
por vosotros, y alimentaos de él en vuestros corazones por fe, con acción de
gracias.
Los ministros
reciben el Sacramento en ambas especies e inmediatamente después lo dan al
pueblo. Se da a los comulgantes el pan y el Cáliz con estas palabras:
El cuerpo de nuestro
Señor Jesucristo, que fue dado por ti, preserve tu cuerpo y alma
para la vida eterna. Toma y come éste en memoria de que Cristo murió por ti, y
aliméntate de él en tu corazón por fe, con acción de gracias.
La Sangre de nuestro
Señor Jesucristo, que fue derramada por ti, preserve tu cuerpo y alma
para la vida eterna. Bebe ésta en memoria de que la Sangre de Cristo fue
derramada por ti, y sé agradecido.
Durante la
administración de la Comunión pueden cantarse himnos, salmos o antífonas.
ORACIÓN DESPUÉS DE
COMULGAR
Eterno Dios, Padre celestial, en
tu bondad nos has aceptado como miembros vivos de tu Hijo, nuestro
Salvador Jesucristo; nos has nutrido con alimento espiritual en el
Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
Envíanos ahora en paz al mundo; revístenos
de fuerza y de valor para amarte y servirte con alegría y sencillez
de corazón; por Cristo nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN
FINAL
(INCLINACIÓN DE LA
CABEZA)
Celebrante: El
Señor sea con vosotros.
Pueblo: Y
con tu espíritu.
Celebrante: y
la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobres ustedes y
sus familias y los guarde para siempre.
Pueblo:
Amén
Celebrante: Salgamos
en nombre de Cristo a dar testimonio de nuestra fe.
Pueblo:
Demos gracias a Dios.
O éstas: Id
en paz para amar y servir al Señor.
Pueblo:
Demos gracias a Dios.
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