La viuda y el juez injusto. Liturgia del Domingo 19 de Octubre
Libéranos, Padre amoroso, de la esclavitud de nuestros pecados, y en tu bondad y misericordia, concédenos la libertad de esa vida abundante que nos has dado a conocer en nuestro Salvador Jesucristo, quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13
Los amalecitas atacaron a Israel en Refidim. Moisés dijo a Josué: “Elige a algunos de nuestros hombres y ve mañana a combatir contra Amalec. Yo estaré de pie sobre la cima del monte, teniendo en mi mano el bastón de Dios”.
Josué hizo lo que le había dicho Moisés, y fue a combatir contra los amalecitas.
Entretanto, Moisés, Aarón y Jur habían subido a la cima del monte. Y mientras Moisés tenía los brazos levantados, vencía Israel; pero cuando los dejaba caer, prevalecía Amalec. Como Moisés tenía los brazos muy cansados, ellos tomaron una piedra y la pusieron donde él estaba. Moisés se sentó sobre la piedra, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sus brazos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol.
De esa manera, Josué derrotó a Amalec y a sus tropas al filo de la espada.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL 120, 1-8
R/. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda? La ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
Él no dejará que resbale tu pie: ¡tu guardián no duerme! No, no duerme ni dormita el guardián de Israel. R/.
El Señor es tu guardián, es la sombra protectora a tu derecha: de día, no te dañará el sol, ni la luna de noche. R/.
El Señor te protegerá de todo mal y cuidará tu vida. Él te protegerá en la partida y el regreso, ahora y para siempre. R/.
SEGUNDA LECTURA
El hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14—4, 2
Querido hijo: Permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido.
Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.
Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino: proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar.
Palabra de Dios
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Heb 4, 12
Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.
EVANGELIO
Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 18, 1-8
Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse:
“En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: “Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario”.
Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: “Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme””.
Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia.
Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”
Palabra del Señor

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