Una oración para la Mañana. Salmo 66 Jubilate Deo. Miércoles 28 de mayo de 2025.

Si subo al cielo, allí estás tu, Si hago del sepulcro mi lecho, allí también estás tú. Salmo 139.7

Oh Señor, abre nuestros labios. Y nuestra boca proclamará tu alabanza.

Salmo 66 Jubilate Deo

1  Alegraos en Dios, toda la tierra; *cantad alabanzas a su nombre; haced que su alabanza sea gloriosa.

2 Decid a Dios: «¡Cuán maravillosas son tus obras! *Por la grandeza de tu poder tus enemigos se acobardarán ante ti.

3 Porque todo el mundo te adorará, *cantaremos a ti y alabaremos tu Nombre.”

4  Venid y ved las obras de Dios, *¡Qué maravilloso es Él en su obrar hacia todas las personas!

5  Convirtió el mar en tierra seca, y a pie pasaron por las aguas; *Por tanto, en él nos alegramos.

6  Él gobierna con su poder para siempre; sus ojos vigilan las naciones; *No dejen que los rebeldes se enaltezcan.

7  Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, *y haz que se oiga la voz de su alabanza,

8  ¿Quién sostiene nuestra alma en vida, *y no permite que nuestros pies resbalen.

9 Porque tú, oh Dios, nos has probado; *Nos has probado como se prueba la plata.

10 Nos metiste en la trampa, y puso problemas sobre nuestras espaldas.

11 Dejaste que los hombres cabalgaran sobre nuestras cabezas; pasamos por el fuego y el agua; *pero nos sacaste a un lugar de abundancia.

12 Entraré en tu casa con holocaustos, *y te pagaré mis votos.

13 Lo que prometí con mis labios, y hablé con mi boca cuando estaba en angustia.

14 Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con incienso de carneros; *Ofreceré bueyes y machos cabríos.

15 Venid acá y escuchad, todos los que teméis a Dios, *y os contaré lo que ha hecho conmigo.

16 Con mi boca clamé a él, *y le di alabanzas con mi lengua.

17 Si con mi corazón me hubiese inclinado a la maldad, *El Señor no me habría escuchado.

18 Pero Dios me ha escuchado,y consideré la voz de mi oración.

19 Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración, *ni apartó de mí su misericordia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. * Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.