Los Artículos de la Religión
Los Artículos de la Religión
Justo al principio
de los Artículos, se describe
la desesperada condición de la
humanidad de la siguiente
manera:
La condición del Hombre después
de la caída de Adán es tal,
que él
no puede
volverse y prepararse, por
sus propias
fuerzas
naturales y buenas obras, a la fe y al llamado a Dios:
Por lo
tanto,
no tenemos
poder
para hacer
buenas
obras que
sean
agradables y aceptables
a Dios,
sin que
la gracia de Dios por
medio
de Cristo nos impida [es decir, nos ayude]
...
(Artículo X)
Pero luego hay buenas noticias relacionadas con la gracia de Dios en el siguiente artículo:
Somos considerados justos ante
Dios, solamente por el
mérito de nuestro Señor y Salvador Jesucristo
por la Fe, y no
por nuestras propias obras
o méritos.
Por
lo
tanto, que seamos justificados
solamente por
la
Fe, es una
Doctrina muy
sana, y muy llena de consuelo.... (Artículo
XI)
La persona que se
descubre justificada de esta manera sentirá alivio
y gratitud y deseará hacer buenas
obras como respuesta
a lo que
Dios le
ha dado. El
siguiente
artículo lo
aclara:
Aunque las Buenas
Obras, que son
los frutos
de la Fe y se siguen a la Justificación,
no pueden eliminar nuestros pecados
y soportar la severidad del juicio
de Dios;
sin embargo, son agradables
y aceptables para
Dios en
Cristo,
y surgen necesariamente de una
Fe verdadera y viva, de modo que
por ellas
una Fe
viva puede ser conocida
tan
evidentemente como un árbol que
se discierne por su
fruto.
(Artículo
XII)
¿Cuáles
son estas buenas obras? El Catecismo, documento
didáctico
del Libro de Oración Común, con respuestas
que deben aprender los que
se preparan
para la Confirmación, las describe:
Pregunta: ¿Cuál es tu
deber para con
Dios?
Respuesta. Mi deber para con Dios
es creer en él, temerle
y amarle con
todo
mi corazón,
con toda
mi mente, con toda mi alma y con todas mis
fuerzas;
adorarle,
darle
gracias, poner
en él
toda mi confianza,
invocarle,
honrar su
santo Nombre
y su
Palabra, y servirle
de verdad todos los
días de mi vida.
Pregunta: ¿Cuál es su
deber con el prójimo?
Respuesta: Mi deber para con mi Prójimo
es amarlo como a mí mismo,
y hacer con todos los hombres lo
que quisiera que hicieran conmigo: amar, honrar
y seguir a mi
padre y a mi madre; honrar y obedecer al
Rey,
y a todos los
que tienen autoridad bajo
él…
La
doctrina de
la justificación
por la
gracia a través de la fe
vincula al anglicanismo no
solamente con
los reformadores europeos,
sino con
la enseñanza de la
Iglesia
primitiva
que se
remonta
a las Escrituras. Desde entonces
ha permanecido en
el
corazón del
anglicanismo.
Por ejemplo, el famoso himno de John
Newton
de 1779:
¡Que salvó a un desgraciado como yo!
Yo ya estuve perdido, pero ahora me encontré;
Estaba ciego, pero ahora
veo.
Y la gracia mis temores alivió;
Qué preciosa
fue esa
gracia
¡La hora
en que
creí por
primera vez!…
Fuente: Ser Anglicano/a. Parte 1 Aprendiendo nuestra Historia. pág. 14-16
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