GRAN CANON DE SAN ANDRES. MARTES DE LA PRIMERA SEMANA DE CUARESMA


 El martes de la Primera Semana de la Cuaresma, en el oficio de Completas Mayores, después del Salmo 69, se canta el Canon. Los hirmos se cantan dos veces, al principio de cada oda y al final. Antes de cada tropario, nos signamos y nos inclinamos tres veces.

  ODA 1, Tono 6

  Hirmo: Él es mi socorro y refugio y se ha hecho mi salvación. Es mi Dios y le glorificaré, Dios de mis padres, y le ensalzaré, porque gloriosamente se ha glorificado.

 Responso: Ten piedad de raí, Dios, ten piedad de mí.

 He sobrepasado voluntariamente el asesinato de Caín, porque avivando la carne, soy el asesino de la conciencia de mi alma, haciéndole guerra por mis hechos inicuos. (Génesis 4: 8)

 No he imitado a Abel en justicia, Jesús; no te he ofrecido dones aceptables, ni acciones piadosas, ni sacrificio puro, ni vida sin mancha. (Génesis 4: 4)

 Como Caín, nosotros también, alma miserable, hemos ofrecido al Creador de todo hechos inmundos, sacrificio reprensible y vida inútil; por tanto, estamos condenados. (Génesis 4: 5; Hebreos 11: 4)

  Formándome del barro, dándome vida, Alfarero, me conferiste carne y huesos, aliento y vida, mas, Creador mío y Redentor y Juez mío, recíbeme arrepentido. (Génesis 2: 7; Jeremías 18: 1-10; Romanos 9: 21)

 Confiésote, Salvador, los pecados que he cometido, y las heridas de mi alma y cuerpo, los que me han infligido mis pensamientos asesinos. (Lucas 105 30)

 Aunque he pecado, yo que Tú amas a los hombres: castigas con misericordia y tienes ardiente piedad. Me ves llorar y te apresuras hacia mí como el Padre llamando al pródigo. (Lucas 15: 20)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: Trinidad superesencial, adorada en unidad, quítame el pesado yugo del pecado y en tu compasión concédeme lágrimas de compunción.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: Deípara, esperanza e intercesora de los que te alaban, quítame el pesado yugo del pecado, y como eres nuestra Señora purísima, recíbeme a arrepentido.

ODA 2

 Hirmo: Escuchad, cielos, y hablaré y cantaré de Cristo, que vino en la carne a habitar entre nosotros, la cual tomó de la Virgen.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 El pecado me ha despojado de mi primer vestido tejido por Dios y me ha cosido una túnica de pieles. (Génesis 3: 21)

Estoy envuelto en un vestido de vergüenza como de hojas de higuera, como reproche por mis voluntarias pasiones. (Génesis 3: 7)

 Heme vestido de una nica ensuciada manchada de sangre, el curso de mi vida de pasión y de lujuria.

 Bajo el peso de las pasiones y de la corrupción material he caído, y desde entonces me persigue el Enemigo.

 Prefiriendo una vida avara y codiciosa a la pobreza de espíritu, Salvador, estoy abrumado de un yugo pesado. (Mateo 5: 3)

 Al ídolo de mi carne lo he adornado de un manto multicolor, pensamientos vergonzosos, y estoy condenado. (I Juan 5: 21)

 Heme preocupado del adorno exterior, y he descuidado el templo interior hecho a la imagen de Dios. (I Pedro 3: 3-4)

 La hermosura de la primera imagen la he cubierto de pasiones, Salvador, más busca con diligencia hasta hallarla, como la dracma perdida. (Lucas 15: 3)

 Como la ramera te clamo: He pecado, yo sólo he pecado contra Ti.

 Acepta mis lágrimas también, Salvador, como mirra. (Lucas 7: 37-50)

 Como el publicano, te clamo: Ten piedad, Salvador, ten piedad de mí, pues ningún hijo de Adán ha pecado contra Ti como yo. (Lucas 18: 13)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: Te alabo a ti, que eres uno en tres Personas, Dios de todo, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio:       Inmaculada       Deípara,       Virgen alabadísima,            ora fervientemente que seamos salvos.


 ODA 3

 

Hirmo: Establece tu Iglesia sobre la inmóvil roca de tus mandamientos, oh Cristo.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

En ti, Vencedor de la muerte, he encontrado la Fuente de la vida, y antes del fin te clamo de mi corazón: He pecado, ten piedad de r y sálvame.

 He pecado, Señor, he pecado contra Ti. Ten piedad de mí, pues no hay pecador entre los hombres que yo no haya sobrepasado en pecados.

 He imitado a los inicuos de los días de Noé, y me he ganado una parte de su condenación de ahogar en el diluvio. (Génesis 6)

 Has seguido a Cham, que ultra a su padre, alma mía, y no has cubierto,                       andando        hacia        atrás,        la       desgracia        de       tu prójimo......(Génesis 9: 20-27)

 Huye, alma mía, como Lot, del fuego del pecado; huye de Sodoma y Gomorra, huye de la llama de todo deseo excesivo. (Génesis,19)

Ten piedad, Señor, ten piedad de mí, te imploro, cuando vengas con tus angeles a recompensarnos según nuestros hechos.

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: Sencilla Unidad, no creada, Naturaleza sin origen, alabada en Trinidad de Personas, sálvanos que con fe adoramos tu potestad.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: Madre de Dios, no desposada, que diste a luz en el tiempo al Hijo sempiterno del Padre. La Maravilla y milagro, mamantándole, ¡permaneces Virgen!

  

ODA 4

 Hirmo: El Profeta oyó de tu venida, Señor, y que habías de nacer de la Virgen y aparecer a los hombres. Tuvo miedo y clamo: He do tus nuevas y tengo miedo. Gloria a tu potencia, Señor. (Habacuc 3: 2)

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Vigila, alma a, anímate como los grandes patriarcas, para lograr entendimiento activo, para ganarte un espíritu veedor de Dios y para penetrar la recóndita oscuridad, y a ser gran mercader. (Génesis 32: 28; Lucas 19: 13-15)

 El gran Patriarca, que engendró a los doce patriarcas,       te ha mostrado místicamente, alma mía, la escalera de ascenso para tus acciones, sabiamente dando a sus hijos como peldaños y sus pro-pios pasos como vía ascendente.

 Has     emulado      al     odiado      Esaú,      alma     mía,      vendiendo      tu primogenitura de belleza prístina a tu suplantador, y has perdido la bendición de tu Padre, y te has engañado dos veces en obra y pensamiento. Por eso, miserable, arrepiéntete ahora. (Génesis 25: 31; 27: 37)

 Es fue llamado Edom, por su excesiva pasión de las mujeres. Encendido de incontinencia y manchado de placeres, fue llamado su nombre Edom, que significa calor rojo, del alma que ama el pecado. (Génesis 25: 30)

 ¿De Job no has oído, alma mía, del que se justificó en un estercolero? Mas no has imitado su fortaleza, ni has tenido firmeza de voluntad en lo que has aprendido y sabido o sido tentado; no has tenido constancia. (Job 1)

 Aquél que estaba en un trono ahora está desnudo sobre un estercolero y cubierto de sarna. El que tenía muchos hijos y era estimado, de súbito queda sin hijos y sin amparo. Mas el estercolero lo tenía por palacio y sus heridas por perlas. (Job 2: 7-8)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Esritu Santo:

 A la Trinidad: Te confieso como indivisible en esencia, inconfundible en Personas, Divinidad Tri-una, co-entronizada y co-reinante, te canto el himno cantado tres veces en lo alto.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: Das a luz y vives virginalmente, y en las dos cosas permaneces virgen de naturaleza. El que de ti nace renueva las leyes de la naturaleza, y su seno da a luz sin dolor. Cuando Dios desea, es vencido el orden natural, pues El hace lo que desea.

 

ODA 5

  

Hirmo: De noche me levanto temprano buscándote; ilumíname, te suplico, Amante de los hombres, y guíame por tus mandamientos, y enséñame, Salvador, a hacer tu voluntad.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Alma mía, has oído como de antaño Moisés fue llevado en una arquilla de juncos sobre las aguas y las ondas del río como en una cámara, huyendo la penosa consecuencia del decreto de Faraón. (Éxodo 1: 22-2: 3)

 Si has oído, alma miserable, de las parteras que de antaño tuvieron que matar a todos los niños varones recien nacidos, frutos del connubio casto, entonces, como el gran Moisés, amamanta sabiduría. (Exodo 1: 16; 2: 9; Hechos 7: 22)

 Tú, alma miserable, no has herido ni matado tu mentalidad egipcíaca, como el gran Moisés, ¿cómo puedes habitar, arrepentido, en el desierto de pasiones? (Éxodo 2: 12)

 El gran Moisés habitó en el desierto, alma mía; ve y émula su vida para alcanzar por contemplación la visión de Dios en la zarza. (Éxodo 3: 1-2)

 Imagínate, alma mía, la vara de Moisés, que dividió el mar y secó el abismo, prefigurando la cruz divina, por la que tú también puederealizar cosas grandes. (Éxodo 14: 16)

 Aarón ofreció a Dios el holocausto puro y sin reproche, mas Ofni y Finees, como tú, alma mía, ofrecieron a Dios su vida pervertida y corrupta. (Levítico 9: 21-24; I Reyes [Samuel] 2: 12-34)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: A ti te glorificamos, Trinidad, un Santo, Santo eres, Padre, Hijo y Espíritu, Ser siempre adorada. solo Dios, Santo, sencillo, UnidadAhora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: De tí, purísima Doncella, Madre y Virgen, Dios que creó los mundos y los siglos se revistió de mi barro y se un a mismo la naturaleza humana.

 

ODA 6

 

Hirmo: Cla con todo el corazón a Dios misericordioso, y El me oyó desde el abismo y levanto mi vida de la corrupción.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Las ondas de mis pecados, Salvador, como en el Mar Rojo, volvieron de repente y me cubrieron, como a los egipcios de antaño y su caballería, (Éxodo 14: 7-31)

 Como Israel de antaño, alma a, has escogido mal. Porque necia, has preferido la glotonería lasciva de tus pasiones al maná divino. (Números 21: 5; I Corintios 10: 9)

 Los pozos de engaño de Canaán, los has estimado, alma mía, sobre las aguas de la peña herida de que salen ríos de sabiduría, como de un cáliz la ciencia divina. (Génesis 21: 25; Éxodo 17: 6)

 Carne de puerco, ollas de las carnes y el alimento de Egipto, los has preferido al maná celestial, como de antaño el pueblo insensato en el desierto. (Éxodo 16: 3; Números 11: 4-7)

 Cuando tu siervo Moisés hirió la peña con su vara, místicamente prefiguró tu vivificador costado, Salvador, del que todos tomamos el agua de la vida. (Números 20: 11; I Corintios 10: 4)

 Explora y espía la tierra de la Promesa, como Josué, el hijo de Nun, alma mía, y viendo como es, mora en ella guardando los mandamientos. (Josué 2)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: Yo soy Trinidad, simple e indi-vidida, en Personas dividida. Y soy Unidad, unida por naturaleza, dice el Padre, el Hijo y el Espíritu Divino.

 Teotoquio: Tu seno engendró a Dios por nosotros, al que tomó nuestra forma. Suplícale al Creador de todo. Deípara, que por tu intercesión seamos justificados.

 Señor, ten piedad. (3) Gloria...Y ahora...

 Contaquio, tono 6

Alma mía, alma mía, levántate. ¿Por qué duermes? El fin es cercano, y serás confundida. Despiértate, pues, y vigilante, a fin de que te salve Cristo Dios nuestro, que está en todas partes y todo lo llena.

 

ODA 7

 

Hirmo: Hemos pecado, hemos transgredido y hecho mal ante ti, no hemos vigilado ni hemos hecho lo que nos mandaste. Mas no nos abandones fi-nalmente, Dios de nuestros padres.

Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Cuando el arca fue llevada sobre un carro, y los bueyes dieron sacudidas, Uzza sólo la toco y experimento el furor de Dios. Evita, alma mía, su temeridad y ten en reverencia lo divino. (II Reyes [II Samuel; 6: 6)

 Has oído de Absalom, como se rebeló contra la naturaleza; sabes de sus hechos inicuos, como mancho el lecho de su padre, David. Mas tú le has seguido en sus deseos apasionados y lascivos. (II Reyes [Samuel] 15; 16: 21)

Has esclavizado tu libre dignidad a tu cuerpo, alma mía, y has encontrado en otro Architofel un enemigo, y te has hecho cómplice de sus consejos, más Cristo los ha dispersado para que finalmente te salves. (II Reyes [II Samuel] 16: 20)

 Salomón, el magnífico, lleno de la gracia de la sabiduría, una vez hizo maldad delante de Dios y se apartó de El; tú, alma mía, le has semejado por tu vida miserable. (III Reyes [I Reyes; 4: 29;11: 3-4)

 Cautivo de sus pasiones carnales, se corrumpió ¡Ay! el amador de la sabiduría (Salomón) se hace amante de concubinas y se aparta de Dios. Y tú, alma mía, le has imitado en espíritu por tus vergonzosas pasiones. (III Reyes [I Reyes] 3: 12; 11: 4-12)

 Has rivalizado, alma mía, a Roboam, que no guiso oír a los consejeros de su padre, y al vicioso esclavo Jeroboam, el renegado de antaño. Mas evita, tal emulación y clama a Dios: He pecado, ten piedad de mí. (III Reyes [I Reyes] 12: 13-20)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

  A la Trinidad: Trinidad simple e indivisible, de una esencia y de una naturaleza, Luces y Luz, tres Santos y uno Santo, Dios Trinidad es alabado. Canta, alma mía, y glorifica a la Vida y a las Vidas, Dios de todo.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: Te alabamos, te bendecimos, te veneramos, Deípara, porque diste a luz a uno de la inseparable Trinidad, al único Hijo y Dios, y a nosotros los terrestres nos has abierto los reinos celestiales.

  ODA 8

  Hirmo: A Aquél que es glorificado por las huestes celestiales y ante quien tiemblan los querubines y los serafines, que le alaben y bendigan y ensalcen todo lo que tiene aliente y toda la creación por todos los siglos.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Habiendo emulado a Uzías, alma mía, tienes lepra dos veces; piensas cosas vanas y cometes transgresiones. Deja, pues, lo que posees y entra en penitencia. (IV Reyes [II Reyes] 15:- 5; II Crónicas 26: 19)

 ¿Has oído, alma mía, de los ninivitas que se arrepintieron ante Dios vestidos de saco y cenizas? No los has imitado, sino que te revelas más obstinada que cuantos han pecado antes y después de la ley. (Jonás 3: 5)

 Has oído, alma mía, como Jeremías en la mazmorra de cieno, lamentándose cla a causa de la ciudad de Sion; pide lágrimas, imita su vida de lamentaciones y serás salvada. (Jeremías 38: 6)

 Joñas huyó a Tarsis, previendo la conversión de los ninivitas, pues, como Profeta, sabía de la compasión de Dios y era celoso que su profecía no fuera falsa. (Jonás 1: 3)

 Has oído, alma mía, de Daniel en el foso de los leones, como cerro la boca de los leones. Sabes cómo los tres infantes, con Azarías, por la fe, apagaron las llamas del horno de fuego. (Daniel 6: 16-22; 3: 23)

 He traído ante ti a todas las gentes del Antiguo Testamento para ejemplos. Imita los hechos agradables a Dios de los justos, y huye de los hechos de los inicuos.

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo:

 A la Trinidad: Padre eterno, Hijo coeterno, Consolador bondadoso, Espíritu de verdad; Padre del Verbo Divino, Verbo del Padre eterno, Espíritu vivo y creador, Trinidad Unidad, ten piedad de nosotros.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amen.

 Teotoquio: Como de seda escarlata, Virgen inmaculada, dentro de tu seno fue tejida la púrpura real, la carne de Emanuel. Te honrarnos, pues, como verdadera Deípara.

 

ODA 9

  Hirmo: Inefable fue el alumbramiento de la concepción sin simiente y sin corrupción de la Madre Virgen, pues la navidad de Dios renueva la naturaleza. Y en todas las generaciones te magnificamos como ortodoxos, Madre y Espesa de Dios.

 Responso: Ten piedad de mí, Dios, ten piedad de mí.

 Cristo fue tentado; el diablo le tentó, mostrándole piedras, que las hiciera pan; le llevo a un monte muy alto para que viera en un instante todos los reinos del mundo. Teme, alma mía, aquella escena, vela y ora a cada hora a Dios. (Mateo 4: 3-9; 26; 41)

 El que amaba el desierto, la lampara de Cristo, la voz clamando en el desierto sonó, pregonando la penitencia, mientras Herodes pecaba con Herodias. Ve, alma mía, que te enredas en las redes del pecado, más abraza el arrepentimiento. (Mateo 14; 3; Marcos 1: 3)

 El Precursor de la gracia habito en el desierto y toda Judea y Samaria salía a rle, confesando sus pecados y recibiendo fervientemente el bautismo. Mas tú, alma mía, no los has imitado. (Mateo 3: 5-6)

 El matrimonio as honroso y el lecho sin mancilla, porque Cristo bendijo antes las dos cosas; encarnado comió en las bodas de Cana, y cambiando el agua en vino, revelo su primer milagro, a fin de que tú, alma mía, fueras transformada. (Hebreos 13: 4; Juan 2: 1-11)

 Cristo dio fuerzas al paralítico y éste tomo su cama; El levanto al joven muerto, el hijo de la viuda, y al mozo del centurión, y revelándose a la samaritana, te describió, alma a, como habías de adorar en espíritu. (Mateo 9: 2-7; Lucas 7: 14; Mateo 8: 6-13; Juan 4: 24, 26)

 

 

El Señor sano a la mujer enferma de flujo de sangre, cuando ella toco la franja de su vestido; limp leprosos, dio vista a los ciegos, curo los cojos; los sordos y mudos y la mujer agobiada, los sanó con su palabra, para que tú, alma miserable, pudieras ser salvada. (Mateo 9: 20-22; 10: 8; 11: 5; Lucas 13: 11-13)

 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo: A la Trinidad: Glorifiquemos al Padre, exaltemos al Hijo y fielmente adoremos al Espíritu Divino, Trinidad inseparable, Unidad en esencia, como la Luz y las Luces, la Vida y las Vidas, dando vida y luz a los confines de la tierra.

 Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 Teotoquio: Socorre a tu ciudad, inmaculada Deípara, pues por ti reina fielmente, y en ti tiene su fortaleza, y por ti vence y derrota toda tentación y prueba, cautivando al Enemigo y rigiendo sobre sus súbditos.

 Responso: Venerable Padre Andrés, intercede por nosotros ante Dios.

 A Andrés: Venerable Andrés, Padre tres veces bendito, Pastor de Creta, no ceses de orar a Dios por los que te alaban, que El libre de la ira, opresión y corrupción y da nuestras innumerables pecados a los que fielmente honramos tu memoria.

 Y otra vez el hirmo: Inefable fue... Y el resto de Completas Mayores


 

 

 

 

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