Una Oración para la mañana. Salmo 63.1-9
Salmo 63.1-9
Oh Dios, tú eres mi Dios; con afán te buscaré; mi alma tiene sed de ti. También mi carne te anhela, como tierra seca y árida donde no hay aguas.
Así quisiera contemplarte en tu santuario, para contemplar tu poder y tu gloria. Tu misericordia es mejor que la vida misma por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva , y en tu nombre alzaré mis manos. Mi alma será saciada como de meollo y de grosura, y con labios de júbilo te alabará mi boca,
Cuando me acuerde de ti en mi lecho Y medite en ti en las vigilias de la noche. Porque tú has sido mi ayudador , y bajo la sombra de tus alas me regocijaré.
Mi alma está apegada a ti; Tu diestra me asirá.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
La noche ha pasado y el día se abre ante nosotros; oremos con un solo corazón y una sola mente.
Oración final
Al regocijarnos en el don de este nuevo día, que la luz de tu presencia, oh Dios, encienda nuestros corazones de amor por ti, ahora y por siempre. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario