Oración de la mañana del lunes, 27 de enero de 2025 después de la Epifanía
Oración de la mañana del lunes, 27 de enero de 2025 después de la Epifanía
Preparación
Oficiante: Oh Dios, date prisa en salvarnos.
Pueblo: Señor, date prisa en socorrernos.
Contigo,
oh Dios, está el manantial de la vida.
Pueblo: y en tu luz veremos la luz. (cf Salmo 36.9)
Himno
Cristo
Jesús fue revelado en la carne y vindicado en el espíritu.
Fue visto
por los ángeles y predicado entre las naciones.
Creído en
todo el mundo, fue llevado arriba en gloria.
Esto se
manifestará a su debido tiempo por el bendito y único Soberano,
El único
que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible.
Al Rey de
reyes y Señor de señores la honra y el dominio eterno. Amén. (1 Timoteo 3.16;
6.15,16)
La palabra de Dios
Salmodia
Antífona: El Señor es rey; regocíjese la
tierra.
Salmo 99
1 El Señor es rey: tiemblen los Pueblo:s; ♦ Él está sentado
sobre los querubines: tiemble la tierra.
2 Grande es el Señor en Sión ♦ y
excelso sobre todos los Pueblos.
3 Alaben tu nombre, que es grande y
temible; ♦ el Señor nuestro Dios es santo.
4 Rey poderoso, que amas el derecho, tú has
establecido la equidad; ♦ has hecho derecho y justicia en
Jacob.
5 Exaltad al Señor nuestro Dios; ♦ postraos
ante el estrado de sus pies, porque él es
santo.
6 Moisés y Aarón entre sus sacerdotes , y
Samuel entre los que invocaron su nombre;
♦ ellos invocaron al Señor, y él les
respondió.
7 Él les habló desde la columna de nube; ♦ ellos
guardaron sus testimonios y la ley que él les
dio.
8 Tú les respondiste, oh Señor Dios
nuestro; ♦ tú eras un Dios que perdonaba y les perdonaba
sus transgresiones.
9 Exaltad a Jehová nuestro Dios , y postraos
ante él en su santo monte, ♦ porque Jehová nuestro Dios es santo.
Antífona: El Señor es rey; regocíjese la
tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo , y al
Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
Oración: Señor
Dios, Rey poderoso, que amas la justicia y estableces la equidad, que amemos la
justicia más que la ganancia y la misericordia más que el poder; por Jesucristo
nuestro Señor.
Lectura breve
El mayordomo dijo al novio:
«Todos sirven primero el vino bueno y, cuando los invitados ya están ebrios, el
vino inferior. Pero tú has reservado el vino bueno hasta ahora.» Jesús hizo
este primer signo en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos
creyeron en él. (Juan 2.10,11)
Silencio y meditación
Intenciones en
nuestra oración
o
Las oraciones pueden incluir estas preocupaciones
e intenciones
o
La unidad de la Iglesia
o
La paz del mundo
o
La curación de los enfermos
o
La revelación de Cristo a aquellos para quienes su
gloria está oculta
o
Todos los que viajan
Oh buen Jesús, Palabra del Padre
y resplandor de su gloria, a quien los ángeles desean contemplar: enséñame a
hacer tu voluntad para que, guiado por tu Espíritu, llegue a aquella bendita
ciudad del día eterno, donde todos son uno en corazón y mente, donde hay
seguridad y paz eterna, felicidad y deleite, donde vives con el Padre y el
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración.
Dios todo poderoso, cuyo Hijo
reveló en signos y milagros la maravilla de tu presencia salvadora: renueva a
tu Pueblo: con tu gracia celestial, y en toda nuestra debilidad sostennos con
tu gran poder; por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padrenuestro.
Oremos con confianza como nos ha
enseñado nuestro Salvador.
Padre nuestro que estás en los
cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu
voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a quienes nos
ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Porque tuyo es
el reino, el poder y la gloria, ahora y por siempre. Amén.
Oración: Venga tu reino, oh Dios, con liberación a los
necesitados, con paz a los justos, con sobreabundante bendición a todas las
naciones, con gloria, honra y alabanza a Cristo, el único Salvador.
La conclusión
Que la luz de Cristo nuestro
Señor brille en todos nuestros corazones. Pueblo: Amén.
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