Oración de la Mañana martes 28 de enero de 2025 después de Epifanía
Oración de la Mañana
martes 28 de enero de 2025
después de Epifanía
Bendito seas, Dios soberano,
Rey de las naciones, a ti la alabanza y la gloria por los siglos. Desde la
salida del sol hasta su puesta tu nombre es proclamado en todo el mundo. Cuando
el Sol de justicia amanezca en nuestros corazones, unge nuestros labios con el
sello de tu Espíritu para que podamos dar testimonio de tu evangelio y cantar
tu alabanza en toda la tierra. Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén.
Invitatorio y Salterio
Oficiante: Señor,
abre nuestros labios;
Pueblo: y
nuestra boca proclamará tu alabanza.
Oficiante: Dios
mío, ven en mi auxilio;
Pueblo: Señor,
date prisa en socorrernos.
Oficiante: Gloria
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
Pueblo: Como
era al principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oficiante: Alabemos al Señor.
Pueblo: Sea
alabado El Nombre Del Señor.
Oficiante: La tierra es del Señor
porque El la hizo: *
Pueblo: Vengan,
adorémosle.
Salmo 36
Antífona: Contigo,
oh Dios, está el manantial de la vida.
1El pecado susurra a los
malvados en lo más profundo de su corazón; * no hay temor de Dios delante de
sus ojos.
2Se lisonjean a sí mismos *
que su pecado abominable no será
descubierto.
3Las palabras de su boca son
iniquidad y llenas de engaño; * han dejado de obrar sabiamente y de hacer el
bien.
4Piensan el mal en sus camas y
no se disponen a seguir el buen camino; * ni aborrecen lo que es malo.
5Tu amor, oh Señor, llega
hasta los cielos * y tu fidelidad hasta las nubes.
6Tu justicia es como fuertes
montes, y tu derecho como gran abismo; * tú, Señor, salvarás tanto al hombre como al
animal.
7 ¡Cuán preciosa es, oh Dios,
tu misericordia! *Toda carne mortal se refugiará bajo la sombra de tus alas.
8Se saciarán de la abundancia
de tu casa; * beberán del
río de tus delicias.
9Porque contigo está el
manantial de la vida * y en tu luz veremos la luz 10Continúa mostrando tu
bondad amorosa a quienes te conocen * y tu justicia a quienes son sinceros de
corazón.
11No venga sobre mí pie de
soberbia, * ni mano de malvados me empuje.
12Allí cayeron todos los que
obran maldad. * Fueron arrojados al suelo y no podrán permanecer.
Antífona: Contigo, oh Dios, está el
manantial de la vida.
Oración: Oh Dios, fuente de vida,
haznos brillar con sabiduría, para que seamos iluminados con el conocimiento de
tu gloria en el rostro de Jesucristo nuestro Señor.
Gloria a la Padre, al Hijo y a la Espíritu Santo; *Como era
al principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración: Oh
buen Jesús, Palabra del Padre y resplandor de su gloria, a quien los ángeles
desean contemplar: enséñame a hacer tu voluntad para que, guiado por tu
Espíritu, llegue a aquella bendita ciudad del día eterno, donde todos son uno
en corazón y mente, donde hay seguridad y paz eterna, felicidad y deleite,
donde vives con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén
BENEDICTUS
La Canción de Zacarías
LUCAS 1:68-79
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, * porque ha venido a
redimir a su pueblo Nos envió un poderoso Salvador * en la casa de David su
siervo como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas, * para
librarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen; para
mostrar misericordia a nuestros padres * al acordarse de su santo pacto.
Así lo juró a Abraham nuestro padre: * nos concedió que
fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para
que le sirviéramos con santidad y justicia, * viviendo en su presencia todos
nuestros días.
Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, *
porque irás delante del Señor para prepararle el camino. Darás a conocer a su
pueblo la salvación * mediante el perdón de sus pecados, gracias a la
entrañable misericordia de nuestro Dios. * Así nos visitará desde el cielo el
sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible
oscuridad, * para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».
Gloria a la Padre, y al Hijo y a la Espíritu Santo: * Como
era al principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oficiante y Pueblo:
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás
en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino, hágase tu
voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada
día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Oficiante: Señor,
muéstranos tu misericordia
Pueblo: Y
danos tu salvación.
Oficiante: Señor,
guía a los que nos gobiernan;
Pueblo: Y
guíanos por el camino de la justicia y la verdad.
Oficiante: Viste
a tus ministros de justicia;
Pueblo: Y deja
que tu Pueblo cante con alegría.
Oficiante: Señor,
salva a tu Pueblo
Pueblo: y
bendice tu herencia.
Oficiante: Da paz
en nuestro tiempo, oh Señor;
Pueblo: y
defiéndenos con tu gran poder.
Oficiante: No
dejes que el necesitado, oh Señor, sea olvidado;
Pueblo: ni la
esperanza de los pobres sea quitada.
Oficiante: Crea
en nosotros corazones limpios, oh Dios;
Pueblo: Y no
nos quites tu Santo Espíritu.
Oración final
Danos gracia, Señor, para
responder con prontitud al llamado de nuestro Salvador Jesucristo y proclamar a
todos los hombres la Buena Nueva de su salvación, para que nosotros y el mundo
entero podamos percibir la gloria de sus obras maravillosas; que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
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